GESTOS DOMINICANOS

APUNTES SOBRE LA GESTUALIDAD DOMINICANA

Por FAUSTINO PÉREZ

Sin lugar a dudas la República Dominicana es un país de gesteros, tanto así, que la gran mayoría de la población no sabe hablar sin ejecutar algún tipo de gesto. Esto resulta más chocante cuando la persona habla por teléfono, y no está siendo observada, porque a pesar de ello continúa gesticulando como si tuviese al interlocutor presente. Y se supone que las personas gesticulan para comunicarse, pero si el otro no está presente, no tiene sentido tanto movimiento de las manos, y tantas expresiones faciales. Pero la costumbre hace ley, y en este caso, ley de comportamiento.
Se sabe que hay países, como los escandinavos y los eslavos, donde la gente apenas mueve las manos al hablar, es decir, lo contrario que nosotros.
Otra característica de los gestos dominicanos, consiste en la coexistencia de gestos muy primitivos, con otros muy contemporáneos; o sea, que dentro del repertorio de cualquier persona típica, pueden aparecer expresiones gestuales traidas por los esclavos hace siglos, y en la misma conversación es posible que aparezcan otros relacionados con las nuevas tecnologías.
Como ejemplo de los gestos arcaicos, tenemos que para señalar algo, o para decir que algo o alguien está ahí, es frecuente que se forme una protuberancia con los labios, y se apunte de esa manera. Hay gente que incluso emplea este dominicanismo gestual para saludar a los demás. Este ademán es una verdadera reliquia, y probablemente tenga su origen en la costumbre africana, ya relativamente poco frecuente, de alimentar a los bebés con el procedimiento boca a boca, por parte de las madres.
El dominicano tiene una forma muy peculiar de preguntar lo que está ocurriendo, en su muestrario primitivo gestual, y consiste en arrugar tres o cuatro veces la nariz, en una secuencia rápida. En algunas ocasiones este movimiento de los músculos laterales de la nariz, se hace acompañado de un movimiento de las manos; y muchas veces se ejecuta sin articular ninguna frase. Sin embargo, todo dominicano lo comprende.
En el extremo opuesto, hay movimientos modernos de manos ya codificados internacionalmente, aprendidos de los medios de comunicación icónicos como el cine y la televisión, y de los turistas que nos visitan, principalmente. Como modelo de esta categoría tenemos el “llámame”, practicado con el dedo meñique hacia la boca y el pulgar señalando la oreja, con los otros tres dedos recogidos.
Con la gestualidad dominicana cabe la posibilidad de entablar diálogos simples, sin tener que abrir la boca para hablar. Si empleamos el gesto anterior, es fácil decir “llámame después”, a alguien que esté muy lejos. De la misma forma es posible expresar “vámonos”, cerrando el puño sin fuerza y soltando los dedos de golpe, de tal forma que la mano quede casi totalmente abierta, excepto por el pulgar. Cuando se mira a alguien que esté lejos con alegría, y uno se abraza a sí mismo, está transmitiendo ese sentimiento al otro, es decir: “te mando un abrazo”.
En otras ocasiones existen variantes del mismo ademán, como por ejemplo con una de las formas de decir que algo está lleno. Hay tres variaciones básicas, una de ellas, haciendo chocar los nudillos de las manos simétricamente, a la altura del pecho, varias veces, con los pulgares recogidos casi hacia arriba, y los demás dedos semi-recogidos también; la otra consiste en hacer chocar las yemas de los dedos de ambas manos, con las palmas prácticamente enfrentadas, y de forma simétrica; y la última consiste en entremezclar los dedos de ambas manos, a la altura del pecho, haciéndolo repetidas veces con los dedos de ambas manos enfrentados entre sí, y con las palmas hacia el pecho.
Empero, comparados con los tipos de saludos, todos los demás gestos dominicanos palidecen, ya que existen decenas de formas de saludar. El más corriente entre los hombres es el apretón de manos, que a su vez tiene muchas sub-variantes, ya que el apretón puede ser fuerte, o débil, o bien, dominante cuando uno de los dos gira la muñeca hacia adentro; de adulón, en los casos en que se empleen ambas manos con la izquierda encima de la mano del saludado; otros son desconfiados, ya que aprietan la mitad de la mano, o menos, del otro…también la condición de la mano de la persona aporta información, ya que no es lo mismo un mano sudorosa, que una grasienta, una suave que otra con callosidades, y así por el estilo
Por otro lado tenemos el abrazo, que en ciertas ocasiones puede revestir mucha energía, y se propinan mutuamente manotazos fuertes en las espaldas. Además, están las palmaditas, en el hombro del otro, en el antebrazo, etc. Es más frecuente de lo que se piensa, el practicar las palmaditas en los hombros de los demás, para limpiarse las manos de la grasa, en especial en los lugares donde sirven aperitivos, y la gente toma las cosas que se brindan, con las manos directamente.
En la República Dominicana los hombres no se dan besos en las mejillas, tal como se practica, por ejemplo, en la Argentina, entre los amigos y familiares del mismo sexo; o en Rusia, que se besan hasta en la boca, y en muchos países árabes que se dan hasta tres besos en ambas mejillas, alternándolas. En cambio, sí se da el beso entre padre e hijo, entre nosotros.
Con respecto a las mujeres en nuestra cultura, ellas sí se saludan entre ellas con un beso en la mejilla, y a sus amigos también. Normalmente se da uno solo, no como en Francia que se estampa uno en cada mejilla. De la misma forma las mujeres nuestras besan a los niños de ambos sexos.
El mismo beso en la mejilla tiene sus variaciones, porque es muy diferente el beso íntimo y directo con la boca en la mejilla de la otra persona, que el beso ladeado con la boca en el aire y juntando las caras.
Hay muchas salutaciones a distancia, entre ellas tenemos el típico “babay”, o “bay”, que se hace con la palma de la mano hacia delante, donde se encuentra la otra persona, moviendo la mano hacia ambos lados. Esta expresión que acompaña al saludo es muy probable que provenga de la frase “good bye”, en inglés.
Otras personas lanzan besos de muchas maneras, entre ellas tenemos la de soplar el beso de la mano, la de lanzarlo como un pitcher de béisbol o de sóftbol, inclusive hay gente que levanta una pierna y lo lanza por debajo, entre otras formas.
También tenemos los saludos coreografiados, con muchas modalidades, arriba, abajo, dándole la vuelta a la mano con el pulgar unido al de la otra persona, girando el cuerpo, con las palmas hacia arriba y hacia abajo el otro, con las palmas de frente arriba ambos, etc.
Y ahora ustedes eligen el saludo que desean de despedida.

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